“En lo espiritual, pensar que estamos bien se puede convertir en un riesgo cuando no dependemos de Dios” Ayer y hoy me llegaron noticias de personas relativamente cercanas que fallecieron y pensaba que no es hasta que nos toca una situación difícil es que recordamos es tan frágil nuestro existir, de un momento a otro nuestra “realidad” puede cambiar. Pero que diferente seria si cada día viviésemos como se fuese el ultimo, que pasaría si este sea el ultimo dia de nuestras vidas? Probablemente nos abocaríamos a lo mas importante, a lo que trasciende, a lo eterno.
Un profeta bíblico exclamó una vez:
¡El fiel amor del Señor nunca se acaba!
Sus misericordias jamás terminan.
Grande es su fidelidad;
sus misericordias son nuevas cada mañana.
Me digo: «El Señor es mi herencia,
por lo tanto, ¡esperaré en él!».
El Señor es bueno con los que dependen de él,
con aquellos que lo buscan.
Aprender a depender de Dios quizás sea una de las lecciones que nunca vamos a dejar de aprender. Sino fuera por la bondad de Dios hace mucho rato que estaríamos consumidos, por lo tanto suspiro y me dijo “acuérdate de Señor todos los días de tu vida”
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