El AMOR Y CONOCIMIENTO DE DIOS
Propósito: Amar y conocer a Dios.
Oseas 6:6
RV1960
Porque misericordia quiero y no sacrificios, conocimiento de Dios mas que holocaustos.
DHH
Lo que quiero de ustedes es que me amen, y no que me hagan sacrificios, que me reconozcan
como Dios y no que ofrezcan holocaustos.
Oseas nos relata la historia del pueblo de Israel.
Esto aconteció aproximadamente en el año 750 a.c. En este tiempo Israel vivía un caos social, político y económico, que desencadenó en una degradación moral y espiritual.
La piedad del pueblo se había desviado de la verdad, llegando a adorar a otros dioses. Este caos provocó una anarquía física y espiritual, una nación sin gobierno, una nación sin amor, una nación preocupada de su prosperidad, una nación infiel que desechó al Dios viviente, una nación que prefirió lo inerte en vez de lo vivo, lo irreal en vez de lo real , una nación que prefirió el remordimiento en vez del arrepentimiento, una nación que dejo su primer amor, que rompió su pacto, desechó su contrato, que adornó su fidelidad con cánticos hermosos pero vacíos de corazón, una nación que a pesar de sus pecados siguió adorando a Dios pensando que El los escucharía, pensando que Dios los sanaría.
El pueblo no comprendía la gravedad de sus pecados. No dejaban a los ídolos, no pedían otra oportunidad ni se arrepentían de sus pecados. Pensaban que la ira de Dios duraría solo unos días; ignoraban que su nación pronto sería llevada cautiva. Israel estaba interesada en Dios solo por los beneficios materiales que les daba; no valoraban los beneficios eternos que surgen al adorarlo. Esta nación prefirió amar lo suyo en vez de amar a Dios, conocer lo que le beneficiaba en vez conocer realmente a Dios.
Hermanos míos ¿Amamos realmente a Dios? ¿Lo conocemos ? ¿ Sabemos su voluntad? ¿dependemos realmente de El? ¿ qué beneficio buscamos?
Hermanos amados Dios es el Dios vivo, el Dios de los cielos, el Dios de ayer hoy y mañana, el Dios que de todo lo creado, El Dios que entregó a su hijo, el Dios celoso de su pueblo , el Dios grande y temible , el Dios del principio del antiguo y nuevo tiempo, es el mismo Dios, y este Dios es el Emanuel, el Dios con nosotros. Dios no necesita ser amado, porque Dios es amor, Dios quiere que lo amemos, porque estando cerca de El, tenemos dependencia, relación y conocemos su voluntad. Dios quiere que lo amemos no solo diciéndolo, si no haciéndolo con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra mente y con todo nuestro corazón y que en todo el tiempo que tengamos de vida podamos adorar no a un Dios desconocido, si no al único Dios que fue revelado a nosotros.
Misericordia quiero, conocimiento de Dios, que me amen y que me reconozcan como su Dios…
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