EL VALOR DE CRISTO
Mateo 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Mateo 17:5 Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
En dos ocasiones el Padre declara audible y públicamente algo muy importante. La primera cuando Jesús es bautizado por Juan Bautista y la segunda ocasión en la transfiguración.
Vemos que el Padre declara lo siguiente:
1. Que Jesús es su Hijo amado.
2. Que Jesús complace su corazón
3. Que Jesús es quien habla por El.
“Este es Mi Hijo amado” es una cita del Salmo 2:7(“Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú.”). Todos los judíos creían que ese Salmo era una descripción del Mesías, el poderoso Rey que había de venir de Dios. “En quien tengo complacencia ( en quien mi alma tiene contentamiento)” se encuentra en Isaías 42:1(“He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.”),
Hermanos amados quisiera que pudiésemos meditar en esta palabra acerca del valor incalculable de la persona de Cristo, de cuan preciado es para el Padre, de cuan orgulloso se siente al declarar ¨Este es mi Hijo amado en quien se complace mi corazón , en quien se alegra mi corazón, en quien se satisface mi corazón , en quien se agrada mi corazón.
Me recuerda a un padre que recibe una buena nota de su hijo o una felicitación de su colegio o reunión de niños, o cuando un hijo obedece sin reclamar y lo hace alegre. El Padre o madre siente en su corazón alegría. Cuanto mas nuestro Padre que esta en los cielos al ver a su Hijo cumpliendo y obedeciendo por amor a El. Una obediencia y amor en su máxima pureza.
Este es el tiempo de adorar al que merece todo nuestro amor, toda nuestra devoción , todo lo que somos, porque por El somos parte de su Reino, por el nuestra vida sin valor, tiene valor en Cristo Jesús. Por El tenemos el conocimiento del Padre. Por El hemos sido reconciliados con el Padre. Por El tenemos un sentido por el cual vivir, tenemos un propósito y ese es el de aprender a adorar verdaderamente como el Padre lo busca. Nosotros no somos los importantes, El es el importante. Cristo es el que debe brillar, Cristo es el que debe sobresalir.
Cristo Jesús : el Amado del Padre, el Amado del cielo, el Amado de la Iglesia, la Perla de gran valor…
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