Cuando nos convertimos en profesionales

Usted puede diseñar una lista magistral de canciones…
Puede recitar las Escrituras, animar, y sin esfuerzo alguno transicionar entre canciones…
Usted puede cerrar los ojos, levantar las manos, y demostrar los actos físicos de adoración …

todo esto mientras su corazón está lejos de Dios.

Usted sabe exactamente dónde subir el tono …
Usted sabe exactamente donde se levantará la gente de sus sillas en respuesta a su arreglo musical …
Usted puede predecir con precisión cómo estará el ambiente ese día en la congregación…

todo esto mientras su corazón está lejos de Dios.

Puede tocar en cualquier tono…
Su registro vocal es inmenso…
Su repertorio es infinito…
Su banda es impecable…

todo esto mientras su corazón está lejos de Dios.

Tiene la apariencia…
Usted tiene el pelo…
Usted tiene la ropa…
Puede hacer una pausa para llorar…
De pie ante la multitud sin temor…

todo esto mientras su corazón está lejos de Dios.

Se ha convertido en un trabajo. Un cheque nada más…
Usted es experto. Un talentoso…
Todo el mundo piensa que usted es el mejor servidor de alabanza,
después de todo …
Usted es un ”profesional”.

——————————————

Estimados hermanos
Luchemos contra la tendencia a ministrar en nuestra propia fuerza y ​​habilidad. Dejemos que su adoración venga directamente de su corazón.
Hay un millón de cosas que nos distraen de verdaderamente estar en la Presencia de Dios y compartir eso con los demás.

Honestamente, es muy fácil convertirse en el servidor de alabanza”profesional”.
Lamentablemente muchas personas no perciben la diferencia.

Al estar allí para ministrar, su conciencia le dirá … ¿es esto genuino? ¿O se trata de un trabajo?

por GHERMAN SÁNCHEZ directordealabanza.com

1 comentarios:

  1. Estaba de paso buscando una partitura y wow, que reflexion tan directa y necesaria de entender a percibir la diferencia y de uno como adorador, dejar que sea Dios quien ministre nuestras vidas y que el resultado de eso sea lo que mostramos a los demas mediante la alabanza.

    ResponderBorrar

 

SMO

SMO